"[...] es solamente un deseo naciente, un impulso de deseo, que detecto en el otro, sin que él mismo esté muy consciente de ello, lo que veo, en la conversación, agitarse, multiplicarse, sobrepasarse, ponerse en posición de apetencia respecto de un tercero, como suspenso de él para seducirlo"
Roland Barthes (1915-1980), filósofo, escritor, ensayista y semiólogo francés en "Fragmentos de un discurso amoroso" (p. 42)