Vistas de página en total

martes, 20 de enero de 2015

A LO QUE ENFRENTO CON LOS OJOS...OLGA OROZCO

"Giramos otra vez en un rayo de la rueda; en el centro del eje, la cara de Alejandro. Nuevamente al galope. Pero ahora no tengo temor de las bestias que urde la noche a mis espaldas, ni de la mano impensable que se alarga para arrebatarme, porque el abuelo Damián me ha corrido hacia adelante en el recado y me protege la espalda con su cuerpo y los costados con la barrera que forman el brazo que me ciñe y las dos riendas. ¿Quién le hablò de mis miedos?
En adelante, cualquier forma que tome el camino podrá ser descubierta por él al mismo tiempo que por mi. Siempre tengo menos miedo a lo que enfrento con los ojos que a lo que pueda sorprenderme sin que yo lo haya visto. Por eso duermo con la espalda pegada a la pared y no puedo sentarme sino dando la cara frente a una puerta abierta. Aunque no oiga nada, hay ovillos que significan otra cosa y que caen, rebotan y se deslizan astutamente silenciosos; aunque no vea nada hay algo que están tejiendo contra mí. 
Claro que ahora todo está tan oscuro que casi es como si sucediera atrás, y como si ese atrás fuera la noche entera que se está enredando para envolvernos. La siento trabajar, muy cerca, agazapada entre los matorrales agitados que se abren y se espesan bordeando el campo abierto pero impenetrable contra el cielo tenebroso; la siento preparar sus materiales, disolver a lo lejos esos resplandores pàlidos que de pronto se insinúan como una salvación, para incorporarlos a su propia sustancia, a la madeja del horror; la siento tender a los costados las apretadas telas con que abrá de ceñirnos" 

Olga Orozco en "La oscuridad es otro sol" (p.18 y 19).